[JongKey] Mi verdadero amor

Titulo: Mi verdadero amor
Parejas: JongKey (Jonghyunx Key)
Tipo: Yaoi
Género: Romantico, slahs, Lemon, fantasia y algo de Drama(?)
Clasificación: no se xD
Advertencia: Contenido sexual y eso. asi que si eres menor no leas .... OK no!! lee pero no le digas a nadie xDDDDDD.
espero les guste es el primer JongKey que hago. asi que o lo aman o lo aman(?) xD.... bueno lean


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El fantasma de la luna colgaba de la ventana del dormitorio. Un silencio trémulo había envuelto con su mortaja todos los jadeos y suspiros. La única evidencia de la contienda sexual eran las láminas de sudor salino y pegajoso, ancladas en los puertos de las playas más húmedas. Las respiraciones, tibios murmullos marinos, estaban perfectamente ajustadas a los latidos que retumbaban en los kilómetros de venas, ríos de color violeta fluyendo con tranquilidad.

A pesar de todo, JongHyung no estaba del todo satisfecho. Había estado junto a Key tantas veces mientras éste mantenía relaciones sexuales, que quería demorar su momento lo más posible. ¿Por qué? Ah, explicarlo era tan complicado. Cada vez que lo imaginaba, Jonghyun se quedaba viendo el vacío con la mirada perdida.
Pero, ¿y si Lucifer se enteraba?
-Flashback-
-No hay mejor modo de procrear, hijo —había dicho una noche, en un país cálido y distante—. Tomar un humano e intercambiar fluidos mediante el método que más te guste. Mediante el coito o el asesinato.

-¿Los dos son igual de efectivos? —había preguntado JongHyung

-Sí. Y entre nosotros, hijo; yo prefiero el coito.-
-Fin del Flashback-
—Es sábado por la noche —exclamó JongHyun, observando a Kibum. El chico estaba tirado en la cama con el celular en una mano y un vaso con jugo en la otra.
—¿Y qué? —replicó él, dando un profundo suspiro.

—Pensé que tal vez querrías salir… conmigo —dijo, encogiéndose de hombros.
Kibum consideró la idea, Jonghyun casi pudo verlo sopesando posibilidades e imaginando miles de diferentes desenlaces. Las perspectivas eran interesantes y el menú era delicioso, lindo y sexualmente tentador … JongHyun era el menú que el estaba dispuesto a probar
—Bien. Iré a ducharme —aceptó Kibum, soltando el celular . Se quitó la ropa interior y la dejó caer al suelo inerte. Jonghyun deseó como nunca estar con él allí en la cama, clavándosele muy profundamente al compás de los suspiros y los latidos del corazón—. ¿Vienes conmigo?.
Y sin más dos cuerpos se perdieron tras una puerta ocultando su desnudes mientras el agua hacia su trabajo y lavaba todo a su paso. Ninguno se atrevía a decir nada, creando un silencio incomodo. Esto lo hacía aburrido para Kibum, pero estaba dispuesto a cambiar el ambiente y hacerlo mas divertido para ambos.
-toma ayudame- dijo mientras entregaba a su compañero el jabon que estaba usando anteriormente- Recuerda limpiar en todos lados.
-Claro, hare mi mejor trabajo- Dijo mientras la lujuria y el deseo invadía su cuerpo- Eres hermoso.
-Lo se, por eso estas aquí no?- solto haciendo que el otro siguiera con su trabajo en total silencio…


Jonghyun gastó en un restaurante todo el dinero que llevaba . Se llenaron el estómago de papas fritas, algo de kimichi y suju barato y luego salieron del lugar, satisfechos y ligeramente borrachos.
—Dios… me quieres engordar —susurróKibum, con los ojos aguados, tumbándose contra una pared. Su espalda resbaló por el muro y Jonghyun lo sostuvo cuando estuvo a punto de desplomarse.
—Sí, te engordaré y luego te meteré en el horno —le dijo al oído, pegándose a él y dejándolo acorralado entre su cuerpo y el muro. Kibum ronroneó y separó las piernas para hacerle sitio. Lo rodeó con los brazos, le apretó el trasero con fuerza. Jonghyun se comprimió más contra él y comenzó a tantear su entrepierna, frotándose con suavidad.

—Ah, vamos a un hotel —Dijo kibum, sintiéndose excitado—. ¿Conoces algún hotel por aquí?
Jonghyun, que había permanecido años encerrado en su mirada que ni siquiera recordaba en qué lugar se hallaba. Cuando Kibum abrió la boca y le mordió el cuello con sus dientecitos de perlas, echó la cabeza hacia atrás y suspiró con placer. El chico sacó la lengua y fue lamiéndole la barbilla. Jonghyun se estremeció y abrió los ojos por un agónico instante segundo. Paseó la mirada por el firmamento, húmedo, sin nubes ni estrellas.
Y de repente, el conocido escándalo del tránsito le invadió los oídos con su serenata de bocinas y ruedas. Estaban cerca del riao Han . Y los autos también pasaban frente a ellos.
—Mierda —masculló, sobresaltado y estrellándose con la realidad. Kibum, que comenzaba a desabrocharle el broche del cinturón, se detuvo—. Eh, para, para… si nos ven haciendo esto aquí nos llevará la policía y sólo podré poseerte en mis sueños. Busquemos un lugar, anda. Si?.
-andando-
Y la luna menguante los siguió en su caminata, mientras Jonghyun se perdia en sus pensamientos preguntándose si tal vez vivirían para verla llena.
~.~

La Casa era un sitio que visto desde afuera parecía pequeño. Estaba escondido en un callejón sin salida, entre dos edificios viejos, y se levantaba en medio de ellos muy orgullosamente, exhibiendo sus muros intactos, algunos los grafitis pintarrajeados y la música decadente que ondulaba y se escurría por sus paredes como un licor dulce y extraño. Jonhyun se acordaba de cuando la casa albergaba a sus propietarios humanos y todavía podía oír los gritos de los niños asesinados, oler la sangre vital y caliente que había caído sobre la tierra y nutrido a los gusanos y a las plantas del jardín.
Aquella casa tenía casi quinientos años y había sufrido muchísimas restructuraciones. Era la morada de los demonios vivientes, los seres de la noche y los humanos que veían fantasmas. Jonghyun se sorprendió gratamente al sentir su presencia en la ciudad. La última vez que la había visitado había sido en un país caliente y arenoso, del otro lado del océano. Porque así era: las criaturas de la noche no querían tener problemas de ningún tipo y la vieja Casa constituía su refugio. Cuando estallaba una guerra o había inconvenientes, los demonios viajaban con su Casa Maldita hacia cualquier otro lugar del mundo.
—¿Qué es este lugar? Pensé que iríamos a un hotel —se quejó Kibum. A Jonghyung le costó diferenciarlo de una esposa resentida.
—Este lugar te va a encantar —apaciguó, golpeando la puerta con insistencia.
—¿Sí? —susurró Key, para nada convencido.

—Completamente —dijo, y le apoyó la mano en el trasero, dándole un leve apretón. Kibum se pasó la lengua por los labios, guardándose la sonrisa que se había formado ante el el toque del mayor. La vieja puerta de metal oxidado se abrió con un estrépito y un hombre alto, con ojos negros como la noche y con una presencia imponente. Vestía completamente de negro y a donde Key pudiera ver el chico era perfecto.
—30.000 wons la entrada —espetó con una voz gruesa e inexpresiva.

—No voy a pagarte, Minho — respondió Jonghyun, riendo con una risa que rompió el casto silencio de la medianoche. El chico llamado Minho parpadeó sorprendido, y luego Kibum pudo ver cómo su rostro palidecía y sus ojos se abrían, espantados.
—¡JongHyun! —musitó.

—El mismo.

Su gesto se recompuso y, nervioso, se hizo a un lado para dejarlos entrar.
Frente a ellos se desplegaba un manto de negrura húmeda y espesa, y cuando la vista se le ajustó a los diámetros de esa oscuridad temblorosa, Kibum se aferró a la camisa de Jonghyun para caminar a su lado. Él se giró, sonriente, y le ofreció un beso con un delicado envío de su boca. Kibum lo aceptó con gusto, y ambas lenguas comenzaron a guerrear en el aire, intentando alcanzar los labios y con ellos, el interior de aquellas cavernas tiernas, mojadas y salobres.
—¿Quién es él? —preguntó Minho, con tono jovial—. ¿Tu nuevo juguete?
Al oírle, Kibum se volteó y lo observó, entre enfadado y ofendido. Al ver su reacción, Minho no pudo hacer más que sorprenderse.
—Oh…

—No —negó JongHyun —. Él es más que un simple juego. Y yo soy más que el que se ofrece a jugar, ¿no es cierto, Kibum? —dijo, buscando su mano en la oscuridad y acariciando la palma con un tibio dedo pulgar.-El es la persona a la que amo, y de ahora en adelante será la única persona en mi vida.
Minho no dijo nada. Limitándose sólo a observarlos con curiosidad, supo al instante que entre esos dos sucedía algo extraño.
—Hace mucho que no venías por aquí —comentó, cambiando el tema para que la atmósfera dejara de estar tan tensa—. Los jóvenes han hecho varios cambios… ya te darás cuenta.
Minho llegó al final del pasillo y empujó la puerta con una mano. Esperando encontrar allí luz y calor, Kibum sólo vio más oscuridad y más tinieblas. Jonghyun le dio un suave empujón. Entró, primero adelantando el pie derecho y casi con miedo de chocarse con una muralla invisible. Pero en cuanto hubo entrado, parte de la luz que aguardaba se hizo presente y lo saludó desde lo alto.
Se oían voces y junto con ellas, una melodía moderna que bien podría estar sonando desde el ranking de canciones más escuchadas. El sitio parecía un bar común y corriente, aunque Key estaba seguro de que ningún empresario que se tirara de listo habría montado un pub de lujo en el interior de aquella casa abandonada.
—Esto de verdad ha cambiado —susurró Jonghyun, sonriéndole al paisaje semi en penumbras. La barra estaba en el fondo del bar y las botellas de todas las formas y tamaños brillaban acariciadas por los focos de luces multicolores. Había varios individuos sentados allí, tomando unas copas y charlando, mientras el barman mezclaba licores y jugos de fruta.
En el centro del salón estaban las mesas y los sillones, y los altavoces hacían de musa inspiradora para los hombres y mujeres que bailaban al compás de la música.
—¿Han transformado la Casa en un bar?—exclamó Jonghyun, quizás en voz demasiado alta. Algunos de los presentes se voltearon hacia él y Jonhyun lo hizo hacia Kibum—. ¿Qué carajo ha sucedido aquí?
Minho dejo escapar un suspiro —Pues muchas cosas —dijo, serio.

—¿Por ejemplo?

—Bueno… las cinco habitaciones del fondo pueden alquilarse…

Y dejó la frase en el aire.

—¿Qué?—gritó Jonghyun. Minho miró a su alrededor y, visiblemente incómodo y nervioso, lo tomó del brazo y lo alejó de la multitud. Kibum hizo ademán de seguirlos, pero Jonghyun lo detuvo— quédate aquí.-

Kibum, sintiéndose menospreciado, contempló el entorno con vaga angustia. Las ganas de tener sexo se habían esfumado demasiado rápido, como un montón de cenizas barridas por el viento. Se habían dispersado y volaban a la deriva por la sexósfera(?). Suspirando, deseando más que nada en el mundo estar en su cama, envuelto por las sábanas, se sentó en el borde de un sofá para aguardar a que Jonghyun volviera. De no ser porque ya se sentía profundamente unido a él por algo incluso más fuerte que la magnética atracción sexual, se habría largado de allí sin pensarlo dos veces. No sabía qué era y si, por una de esas casualidades, podía deberse al alcohol… pero percibía que en ese ser oscuro y terriblemente hermoso, todavía moraban más secretos de los que su tumba sería capaz de albergar. Y en uno de aquellos secretos tenían que estar escondido, sin duda alguna, el misterio de ese lazo que ahora ellos tenían.
-Lo amas, acéptalo- dijo en un susurro para si mismo
-No lo conocías, y es posible que todavía no lo conozcas del todo… es posible que nunca llegues a conocerlo del todo- pensó fugazmente
La figura de Jonghyun surgió de entre la metálica oscuridad y se sentó junto a Kibum y, estirándose cual felino, apoyó los pies sobre la mesilla.
—¿Qué es esta porquería? —farfulló, inclinándose para tomar la pequeña vasija de cerámica. Sosteniéndola por el asa, se la acercó con cuidado a la nariz y olió profundamente, con sus cejas negras tocándose por encima del puente de la nariz—. Qué asco—susurró para sí mismo, dejando la vasija en su sitio—. Sangre de demonio, mezclada con opio.

—Hola lindo—exclamó una de las camareras dirigiéndose a Kibum —. ¿me permites pasar un rato lindo contigo?.
—Aléjate, zorra —advirtió Jonghyun—. Ve a vender tu culo cansado a viejos asquerosos. El es mio, solo mio, entendiste?.
—¿Viejos asquerosos? —repitió chica, —.¡Si supieras!-solto mientras volteaba a mirar fijamente a Kibum, extendiéndole un pedazo de papel- Si te aburres llamame- Kibum solo asintió con una sonrisa y tomo el papel. Pero el demonio frente a el puso los ojos en blanco.
-He estado con mas que con viejos asquerosos, sabes?- dijo mientras miraba de manera desafiante a Jonghyun.
—¿Sabes una cosa? —dijo, harto—. Tu currículum nos importa un carajo. Tráenos algo para beber, ¿sí? Para mí una cerveza, para Kibum un Leviatán —y le dijo al chico, en voz baja— te gustará, ya lo verás. La chica se hizo la ofendida y, meneando las caderas con bien ensayada exageración, se alejó de ellos haciéndose lugar entre la gente.
—¿y tu que? —Jonghyun a Kibum, que estaba observando a la chica intercambiar gestos con el barman.

—Bueno, me dio a entender que este lugar es un prostíbulo — respondió él. Jonghyun chasqueó la lengua y meneó la cabeza con pesadumbre—. ¿Qué sucede?
—No puedo creer lo que han hecho —declaró—. Han transformado esta Casa en un burdel de segunda. —dijo.
Kibum suspiró y se recostó sobre el sofá y miro el papel entre sus manos.
-Deberia llamarla- Dijo con un supiro demasiado pesado y amargo.
Jonghyun se levanto quitándole el papel de sus manos, rompiéndolo en pedazos, ante la atenta mirada del menor sobre sus acciones. –Tu eres solo mio- dijo para luego tomar en posesión los labios ajenos, acción que Kibum correspondió- solo mio- repitió para tomar aciento junto a Kibum. Este Acomodó la cabeza entre las piernas de JongHyun, mientras sus dedos se abrían paso entre sus cabellos. Girándose apenas, se encontró mirando fijamente el rostro del otro.
—¿Todos ellos son demonios? —susurró. Jonghyun no le oyó y tuvo que repetirle la pregunta. Cuando le comprendió, sonrió.
—No todos. Algunos son demonios, otros son íncubos, otros vampiros…
—¿Vampiros? —chilló Kibum. Jonghyun apoyó un dedo sobre sus labios.
—Shhh. No soy el único-

En ese momento regresó la chica , llevando dos altos vasos que dejó sobre la mesa con muy poco cuidado. Sin mirarlos, volvió a alejarse. Los restos de bebida derramada brillaban ante las luces de fantasía.
—Sí, vampiros. De toda clase.

—¿Y chupan sangre?.-dijo asustado de solo pensarlo

Jonghyun rió suavemente. Le bordeó con el dedo el labio superior y fue pellizcándolo con delicadeza, rozando los dientes.
—Chupan de todo —respondió y Kibum sonrió, divertido—. De verdad. Chupan sangre, semen, emociones…
—¿Emociones?
Abandonó el labio y bajó por la mejilla hasta llegar al cuello. Fue acariciando esa hatas llegar a los pezones.
—Hay vampiros de maldad, de bondad, de inteligencia, de belleza, de todo lo que te puedas imaginar. ¿Sabes cómo les dicen a los vampiros que se alimentan de fe?

—No.
Jonghyun ensanchó su sonrisa.
—Santos.

-Kibum yo me alimento de tu amor- dijo mientras bajaba el rostro esperando la peor reaacion del otro.
-Ya veo- Dijo Kibum mientras se levantaba de su aciento.
-A donde vas?- Dijo un muy asustado Jonghyun al ver la acción de su pareja.
-vamos querrás decir-
-…-
- ven te alimentare, no puedo dejar que mueras de hambre o si?-
-yo … yo..-trataba de formular su respuesta ante lo que Kibum le decía- Te amo.-solto, y Kibum sonrio por inercia sintiéndose feliz por las palabras del mayor, aunque no sabia como decirle que el también lo amaba y que era mas que su pareja.
~.~
En aquella habitación que conocían bien, aquella que había presenciado muchas veces ese acto carnal entre el vampiro enamorado y el humano que no aceptaba estar enamorado. Jonghyun cerró los ojos y entro desesperación. Levanto la cabeza juntando sus labios con los de Kibum, sintiendo esa explosión eléctrica recorrerlo por completo. Era tal cual lo había imaginado, tantas veces había esperado que el menor respondiera sus besos con amor, con ese sentimiento que el quería recibir, ese sentimiento que necesitaba para vivir. JongHyun lo sostuvo de ambos brazos, pegándolo a la puerta, sin romper ese beso que se volvía cada vez mas necesitado, ese beso que pedía mas y mas. JongHyng se apego mas a Kibum, profundizando el beso. Mordió sus labios, haciendo que el menor abriera la boca permitiéndole meter su lengua. Kibum soltó un quejido al sentir lo suave y viscosa que era. Los brazos de Jonghyun lo rodearon por la cintura, apegándolo mas a la puerta.
-Ngh…-soltó un gemido al sentir los dientes de kibum morder ligeramente la piel de su cuello y clavícula, sacando con asombrosa velocidad su camisa teniendo en cuenta que ambos estaban algo ebrios.
Kibum no podía pensar, todo a su alrededor parecía dar vueltas y lo único que lo mantenía de pie contra la puerta era el cuerpo caliente de Jonghyun sus manos suaves recorriendo su torso ahora desnudo. Jonghyun bajo rápidamente dejando un rastro de besos y chupones por todo el abdomen de menos hasta llegar a sus pantalones, quitándolos algo desesperado y aun asi con un toque lento y con mucho cuidado de no ser demasiado brusco. Pero en ese momento lo único que ambos querían era el cuerpo del otro, era tocarse y complacerse hasta que ambos estuviesen gimiendo desesperados.
Tomó un segundo para observar la vista, arrodillado como estaba, y sintió el impulso de decirle lo hermoso que era, lo irresistible que le parecía, lo mucho que lo deseaba en ese mismo instante.

Jonghyun le dio una lamida al miembro del menor recorriéndolo desde la base hasta la punta, mientras su mano recorría el cuerpo ajeno tocando y calentando la piel ajena. Sentia como Kibum se estremecía bajo sus caricias y comenzaba a soltar algunos gemidos que lograban alentarlo a seguir con su trabajo.
-mmm ma.. haaammm … mas- pido el menor y Jonghyun metiéndoselo todo en la boca y comenzando a mover su cabeza de arriba abajo, logrando llenar de placer a Kibum quien solo llenaba la habitación con gemidos.-ah Jong asiii …. Sigue aahh –
Le gustaban. Los gemidos de Kibum le gustaban. Le provocaban una corriente eléctrica que le recorría desde los oídos por la espalda directamente a la entrepierna. Sintiendose extaciado casi en el punto del climax Key retiro a Jonghyun indicándole que se levantara, Kibum no perdió tiempo y unió sus labios a los del mayor, mientras sus lenguas bailaban en una coreografia única dirigida por el deseo y la pasión que cada uno podría crear en el otro.
Jonghyun empujo fuertemente a kibum contra la cama, haciéndolo caer de golpe en ella -¿quieres matar…- se detuvo al sentir las manos del mayor apretar fuertemente su miembro.-decias?- dijo JongHyun mientras una sonrisa de victoria se dibujaba en su rostro.
Kibum solo sonrio y comenzó a hacer su trabajo en el cuerpo del mayor, bajando por esa piel que le pertenecía solo a el. Recorría todo su cuerpo con pequeños besos, y lamidas. Recordo que solo el podía poseer ese cuerpo y dispuso a morder la piel de su amante, marcándolo como suyo, pues Jonghyun era solo suyo, tan suyo como el era de Jonghyun.
-ahh ammm –Gimio Jonghyun cuando Key tomaba su miembro completamente con su boca, jugando con su legua. Realemente Jong disfrutaba y No lo negaría se sentía demasiado bien. –si … si ahh .. si siguees asi mmm voy a ..- y sus palabras fueron cortadas cuando kibum se detuvo y se metió 3 de sus dedos en su boca lamiéndolo, lubricándolos para lo que pensaba hacer.
Jonghyun uso su mano libre para acariciar el cuerpo del menor, sus muslos, sus brazos, su pecho y sus mejillas. Jonghyun intercambio posiciones logrando estar arriba de nuevo, y Kibum abrió las piernas para darle espacio al mayor.
-Listo?- pregunto el mayor, a lo cual Kibum solo respondió asintiendo con la cabeza.
Jonghyun guio sus dedos hasta entrada, mordiéndose el labio, introduciéndolos uno a uno, esperando a que el menor se acostumbrara antes de añadir el otro y moviéndolos bien para ensancharlo para evitarle un poco de dolor a su amado.
Kibum gemia al sentir la intromisión en su entrada, sintiendo dolor y placer incontrolable en su cuerpo. –Estoy listo- dijo haciendo que el mayor subiera y tomara entre sus labios los propios, en un beso que transmitia el amor que se profesaban.
Jonghyun se posiciono se como cerca de sus piernas y entro de una sola envestida.
-ahhh – gimio de dolor y Jonghyun comenzó con un vaivén con un ritmo algo demasiado necesitado, gimiendo y haciendo gemir, se acerco mas al rostro del menor- te gusta?- solto contra sus oído, antes de comenzar a lamer su cuello.
-¡Ahh…! ¡Más… más rápido!-gimió Kibum, enterrando las uñas en su espalda tan profundamente que dejó marcas rojas en la blanca piel del mayor.
-¡AHHHH…! ¡Dios! …-gritó cuando en el miembro del mayor choco con ese punto que lo hacia delirar, ese que solo Jonghyun concocia.- -. ¡Ahí, ahí JongHyun! Fuer… más… fuerte…- la palabras salian por si solas. Y sólo unas cuantas embestidas más bastaron para que Jonghyun llegara a su límite, vaciándose completamente dentro del cuerpo del menor. Salió de él y se dejó caer a un lado, ambos jadeando.
-Te amo- dijo el mayor.
-yo también te amo- solto Kibum, porque si lo amaba, era su todo.
Sus cuerpo jadeantes comenzaron a recobrar fuerzas. Y Kibum comenzó a sentirse cansado, cuando sintió al mayor sobre el. Abrio sus ojos solo para darse cuenta de que el mayor sostenía una sonrisa, esa que solo eran dedicadas para el.
-kibum Quiero mas, aun tengo hambre- y unió sus labios en una nueva lucha por el control de aquel acto. JongHyun sabia que todo estaría bien. El sabia que kibum lo amaba y aceptaba que era un Vampiro y no le importaba. El también lo amaba y haría todo por que el Menor fuera feliz. Estaba dispuesto a morir por el. Kibum era el único al que el podría llamar su verdadero amor.

Fin-

O.O wow k gran imaginacion io no puedo hacer un yaoi asi jajajaja me gusto mucho

tienes mucha imaginación definitivamente O//O